Recuerdos desde la portería del Villegas
En primer lugar, me gustaría presentarme. Me llamo Rubén Tricio, y jugué de portero en el Villegas seis temporadas, desde la 1985-86 hasta la 1990-1991, en las que pasé por las categorías alevín, infantil, cadete y juvenil.
Tengo un gran recuerdo de aquellos años que viví en el Villegas. Por eso, me gustaría aprovechar la oportunidad que este blog nos brinda a todos los que hemos sentido y sentimos la roja del Villegas para compartir algunos de los recuerdos que con tanto cariño guardo de aquella época, en la que, como otros muchos niños, yo también soñé con ser futbolista de Primera División.
Me gustaría dedicar este primer post a todas las personas que hicieron posible que yo jugara en el Villegas durante aquellos seis años: a mis compañeros de equipo; a los directivos de aquella época (entonces era un niño y solo recuerdo que el presidente era Fidel Mazo); a los entrenadores que tuve (Jesús Mazo, Alberto Tricio, Nico y Juan Carlos); a los padres que nos venían a ver y que nos llevaban en sus coches cuando jugábamos fuera (Candi Gil, Alberto Darbonens, además de los padres de Antonio García, de Alfonso -y su hermana-, de Javi Terroba y de Eduardo Iradier -y su entrañable abuelo-, cuyos nombres no recuerdo. Seguro que me olvido de alguno, así que espero que sepáis disculparme o, mejor todavía, que me lo recordéis).
Quisiera tener un recuerdo especial para Bene, que se encargaba de pintar las líneas del campo de los anexos de Las Gaunas donde yo jugaba (entonces jugábamos en tierra y había que marcar las líneas todos los días antes de los partidos) y de colocar las redes de las porterías. Y también para Germán e Iñaki (seguro que los dos siguen las evoluciones de su club desde ahí arriba), que siempre nos seguían desde el bar, y a quienes guardo un gran cariño.
Cuando somos pequeños, no nos damos cuenta del valor que para los clubes tienen todas estas personas. Ahora, muchos años después, no quiero dejar pasar la oportunidad de manifestar mi respeto, admiración y gratitud por todas estas personas que, de forma generosa, desinteresada y altruista, dedicaron (algunos todavía lo hacen) su tiempo al club para que tantos y tantos niños como yo pudiéramos jugar gratis al fútbol.
MUCHAS GRACIAS
Para acabar, me gustaría animaros a todos los que habéis jugado y a los que jugáis ahora en el club; a los que habéis entrenado y a los que entrenáis ahora; a los que habéis sido directivos y a los que lo sois actualmente; a los que habéis sido padres de un tigre del Villegas y a los que lo sois ahora, a que también compartáis vuestras ilusiones, vuestros sentimientos, vuestros recuerdos… de vuestro paso por el club. ¿Quién se anima?
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